Vinagre balsámico añejo con cerezas negras

En el corazón de la zona de Treviso, Acetaia Bonfigliol representa un arte gastronómico que combina magistralmente la tradición del vinagre balsámico con la innovación y la pasión de Giuliano Barbon. Situada en Nervesa della Battaglia, esta fábrica de vinagre es un auténtico laboratorio alquímico donde el vinagre se convierte en una obra de arte culinaria.

Giuliano Barbon, artesano del vinagre, guía este camino de excelencia utilizando variedades locales como raboso, merlot, cabernet, glera y pinot bianco. Las uvas, cuidadosamente cultivadas en el entorno, son el punto de partida para la creación de vinagres de vino añejos y vinagres balsámicos de extraordinaria personalidad.

En su viaje innovador, Giuliano explora nuevas esencias amaderadas, utilizando ánforas y calabazas como recipientes especiales para impartir sabores particulares y especiados a sus vinagres blancos y rojos. Su dedicación al arte del vinagre se manifiesta en cada gota de producto, donde tradición y experimentación se entrelazan en una unión armoniosa. 

El Vinagre Balsámico Envejecido con Guinda, de Acetaia Bonfigliol, nace de la artesanía y el compromiso de seleccionar los mejores mostos de uva de la zona de la marca Treviso. El proceso comienza con una cocción lenta de los mostos, transformándolos en un preciado mosto almibarado. A partir de aquí se inicia una lenta acetificación que da lugar a un producto extraordinario. Este mosto adquiere su identidad única durante el periodo de crianza en pequeñas barricas, cada una impregnada de diferentes esencias.

El resultado final es un equilibrio perfecto entre aromas frutales dulces y deliciosos, enriquecidos por la presencia distintiva de las cerezas negras. Los persistentes toques balsámicos son la firma de este vinagre balsámico, dándole una personalidad única que identifica el producto como una auténtica expresión del arte culinario de Acetaia Bonfigliol.

Este vinagre balsámico añejo con cerezas negras se convierte así en un acompañante ideal para platos refinados. Su complejidad de aromas aporta un toque único a ensaladas, quesos seleccionados, carnes a la brasa o incluso helados y postres. Es una experiencia culinaria que celebra la tradición, la innovación y el amor por los ingredientes de calidad.